De retache...

Actualización:

No puedo subir fotos de la hacienda, porque no podemos sacarlas para empezar, pero esta es una de contrabando, el "Morsa" después de aprox. 12 horas sin dormir ni sentarse, se queda jetón en una piedra imitando aquella tan famosa escultura del hombre pensante (o pensativo o la chingada).

Pues sí gente, ya ando de retache por aquí... con un dolor de pies de su puta madre y más sueño que el wey de "The Machinist", pero el deber me llama (mentira, no tengo nada mejor que hacer, por eso posteo).

Pues sí, me fui a la hacienda de nuez... nomás que ahora fui a estar parada echando la mano, sirviendo café y llevando gente al baño... no me arrepiento, pues aunque definitivamente pocas veces había sentido un desgaste físico tan cabrón, también pocas veces me había sentido tan satisfecha por algo.

Es increíble ver el agradecimiento de la gente que va a vivir su experiencia, yo sólo les serví café, los llevé al baño y les compartí parte de mi vida... y sin embargo no dejaban de agradecer, de decir que les fui de mucha ayuda y cuanta madre.

Pero lo que me trae hoy por aquí es algo más importante...

Cuando yo fui a vivir mi experiencia, hubo una cosa que no pude quise dejar ahí... alguien algo que traía cargando desde hace varios años y de lo que no lograba despegarme... y por fin lo dejé ahí. Por fin entendí que las cosas pasan por algo, que a huevo ni los zapatos entran y que los huevos no son al gusto. Entendí que la vida te pone muchas pruebas para hacerte más fuerte y sobre todo, entendí que esa persona NO es lo que quiero para mí.

Me costó mucho trabajo entregarlo, pero gracias al Jefe y a dos madrinas excelentes, lo logré.

Encontré grandes amigos en ese lugar, gente que vale mucho la pena y que, en este corto tiempo, me enseñaron muchísimas cosas (Gracias Luly).

En fin, me la pasé de poquísima madre, vale la pena la chinga física y moral definitivamente.

Nos vemos en cuanto piense en algo convincente que postear. Hasta entonces.