Contrastes... crónica de una tarde gachita

Después de una espantosa tarde ayer... descubro una vez más que siempre hay un final feliz... un hermoso atardecer después del putísimo aguacero. Después de todo siempre estás tú.

Llegué a tu casa para encontrarte así o más hostil... como cosa rara no logré hacerte cambiar de actitud, hasta que tuve que irme de tu casa, dejándote exactamente igual que cuando llegué. Tenía encomendada una misión antes de regresar a mi casa, recoger una receta en el consultorio de un Dr. amigo de la familia... en el camino se soltó un puto diluvio universal como pocos.

Cerré mis ventanas y prendí las luces... me propuse prender el aire acondicionado para evitar el empañamiento lluvioso (ya que tú no estabas para reproducir la escena de la manita en Titanic)... y entonces lo descubrí... NO SERVÍA LA ChINGADERA!!! Bueeeeeeno, el hombre no siempre ha vivido con aire acondicionado, y hasta donde yo sabía, la calefacción tenía el mismo efecto desempañante (aunque un poco más lento). Prendí la calefacción y... oh maravilla!!! funcionaba.

Unos pocos minutos después de desempañar mi parabrisas... empecé a sentir un ligero bochorno pero no me quedaba más remedio que aguantar vara. Seguí mi camino, con un calor insoportable y un tráfico increíble. El semáforo en verde y pasaban dos chingados coches (por qué la gente se apendeja tanto cuando llueve???).

Para cuando llegué al consultorio del Dr. yo ya sudaba como marrano... la puta calefacción ya me tenía de malas. Por qué no bajarme del coche (estacionado en doble fila) para que el Dr. no se mojara??? OOOOOOBVIOOOOO me empapé... sólo para regresar a mi horno de microondas con ruedas y que el agüita se empezara a evaporar... y yo a cocer cual verdura al vapor.

Mi humor empezó a decaer (aún más) y las gotas seguían escurriendo por tooooodo mi hermoso cuerpo. Unas calles más adelante decidí rendirme ante mis instintos, apagar la puta calefacción y abrir un poco las ventanas (después de todo el humano tampoco vivió siempre con ventanas cerradas).

El destino me tenía preparada una chingadera... en el momento en el que abrí mi ventana, un CreeMadero decidió atravezar un charco así o más hondo? y proyectar la mitad del agua contenida en él hacia mi hermoso rostro (y brazos, y cuello, y...)...

Requeterecontraputísimamadre!!!!!!!!!!

En fin... mi emputamiento era atroz, llegué a mi casa y más pedos, casi me parto la madre en las escaleras... llego a mi cuarto a escuchar música depre ("mil días" de Siempre me dejas para ser exacta)... abro tu ventana de messenger (aunque estás offline) y empiezo a escribir... lo que sale, lo que pienso, lo que siento y un nudo en mi garganta no me deja seguir... por primera vez en mucho tiempo decido ya no aguantarme y terminar de escribir mientras mis ojos se llenaban de lágrimas por algún motivo, supongo mezcla entre mi pésima tarde y el extrañarte tanto.

Pero a las 4:30 de la mañana suena mi celular... eras tú. Como antes... sin miedos, sin dudas, sencillamente tú. Y hoy de nuevo me regalaste una tarde muy linda...

Al final del arcoiris siempre hay un tesoro. Ese tesoro eres tú.

Te amo