Pinche cupido, me apendejas...

Hace mucho que no me sentía taaaaaan bien.

Con los pedos de siempre, obvio... (bueno, más pedos de lo normal, pa' qué me hago wey?)

Una hermana de mi papá está en coma en el hospital por una lipectomía mal hecha (para acabarla de joder, la lipectomía se la hizo su cuñado), mi papá tiene broncas laborales, mi mamá anda más deprimida que Juan Querendón, y un gran porcentaje de mis tíos no me hablan porque le contesté feo a mi abuela el sábado.

En otra época de mi vida ya estaría saltando de un puente (pinche blog, cómo me robas vida), sin embargo, el sentir que tengo alguien a mi lado que me cuida, que me quiere y que se preocupa por mis pedos, hace que éstos disminuyan (al menos desde mi pobre perspectiva).

No voy a negar que tengo mucho pinche miedo... de enamorarme, de apendejarme más, de dejarme llevar sin pensar en las consecuencias... de muuuuchas cosas, pero sobre todo, de que me vuelvan a romper el corazón.

Sin embargo, decidí dejarme de mamadas y dedicarme a disfrutar el momento; no me voy a permitir autoflajelarme pensando en el pasado, ni tampoco me voy a torturar pensando en un futuro que aún no llega. Me voy a limitar a sentir, a vivir el presente, a querer y dejarme querer...

Porque, además, cabe mencionar que por primera vez no me enamoré tan a lo pendejo... es alguien que vale mucho la pena, que si bien, tiene muchos pedos igual que yo, estamos ayudándonos a salir de ellos... estamos mirando hacia la misma dirección y caminando hacia ella con las manos tomadas.

No mames, que pinche cursi soy... alguien miénteme la madre en los comments, I can take it.